Diferenciar
nuestra marca (entendiendo esta última como un identificador
del conjunto de todos los elementos que componen la empresa)
para que actúe como un indicador inequívoco
de la calidad que se ofrece.
Reforzar la posición dentro del mercado
actual, permaneciendo en todo momento al lado del cliente,
ofreciendo un servicio y un producto flexible, adaptado a
sus necesidades.
Apertura hacia nuevos segmentos del mercado.
Aplicación sistemática de los
conceptos fundamentales del Sistema de Calidad, orientándonos
hacia los resultados, cliente, liderazgo y constancia en los
objetivos, implicación de las personas, aprendizaje,
innovación y mejora continua.
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